lunes, 8 de agosto de 2011

"Degustación de Titus Andronicus" con menú antropófago ofrecido por La Fura dels Baus

La gente expectante asiste de pié en una carpa rectángular instalada en su interior con cuatro pantallas panorámicas laterales con deliciosa proyección de rostros de bebés a modo de circo romano los que sumarán otras imágenes durante la representación, sobre una escena lateral se encuentra instalada una humeante cocina asistida por 2 cocineros que trabajan permanentemente esparciendo olores con diferentes aromas donde se cocinarán los sentenciados por Tito Andrónico según la tragedia Shakesperiana, para un banquete antropofágico que degustarán los espectadores invitados como comensales, será una propuesta gastronómica caníbal con sabor humano en la escenificación que realizará La Fura dels Baus, un grupo de actores catalanes que en ésta oportunidad recalan en GEBA para representar "degustación de Tito Andonicus" con peculiar estilo lúdico abordando nuevos retos en las artes escénicas que nos invita a reflexionar sobre cómo reaccionamos ante las tragedias que nos rodean.
Al final un banquete caníbal evocado en medio de la decadencia del Imperio Romano en una sangrienta épica romana desarrollada en la tiranía de Titus, un general del ejército que vuelve de la guerra contra los godos, y se encuentra con luchas de poder, intrigas y asesinatos que lo involucran, la comida se irá cocinando y repartiendo durante el show, en un ágape antropófago, y los invitados al festín de Titus devoran la carne de dos prisioneros, donde el chef ofrece un apetitoso cochino ibérico, un plato que no ha sido elegido por azar (es cerdo y se cocina en un total de 36 horas) que podrá ser degustado por los 28 espectadores elegidos junto a los actores.
Para ello la Fura recurrió al chef Andoni Luis Adúriz, del restaurante vasco Mugaritz, uno de los mejores restaurantes españoles y que éste diseñó un menú especial, que culmina con un alimento que "está a un cromosoma de la carne humana" y que en la gira latinoamericana acompañó bajo el cuidado de mantener despiertos al público, los tres sentidos el chef Joan Serra.
Los aromas -dice el director de la puesta-, actúan de una forma muy
subliminal. Con la música te podés tapar los oídos si no te gusta, y con las imágenes podés taparte los ojos para no verlas, pero con los olores siempre se llega tarde”, reflexiona.
"Nos seguimos reinventando en busca del espectáculo total y diferente", dice Pep Gatell, a cargo de la dirección de ésta nueva producción de la compañía catalana, conocida internacionalmente por su peculiar estilo y por abordar siempre nuevos retos en el campo de las artes
escénicas" que permitirá abrir la puerta al nuevo universo teatral sin explorar; la gastronomía junto al teatro", asegura Gatell.
Porque en el espectáculo no solo son imágenes y sonidos que se perciben de forma pasiva, sino también olores y sabores que llegan al espectador impregnando el ambiente mientras se camina sorteando a los actores por la sala.
También en la representación, la Fura expresa un "lenguaje furero" que se caracteriza por el predominio del cuerpo y la tecnología, donde los carros de fuego son motorizados y la movilidad actoral está en plataformas móviles y los personajes pasan de la venganza al perdón, del amor al odio, del bien al mal con mucha rapidez; así como el espacio del público que se convierte en parte de la representación escénica que incorpora el teatro de texto y la cocina.
El espectáculo rompe con lo tradicional al contar la compañía con Salvador Oliva, uno de los mejores traductores del dramaturgo inglés al castellano y al catalán, para "sacar toda la poética retórica y dejar el relato pulido", y así tener el guión preparado, con el cuál La Fura se encargó de diseñar un montaje que recuperara dicha poética extraída del texto, recurriendo a "la banda sonora, la escenografía y las pantallas con vídeo", explicó Gatell.

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